Prepararos para un tochopost de los míos. No necesariamente pesado ni aburrido. Seguramente los compañeros que me lean se sentirán identificados con esto, otros no, es normal digo yo. Cada uno se toma la carrera de una manera diferente, cada uno escoge un camino: le gustan unas asignaturas, y transita despachos y departamentos distintos. Quienes me conocen, saben de mis gustos personales, mi manera de ser, mis despistes, el sentido del humor…en fin… y conocen una evolución claro.
No cantemos victoria ¡eh!. Estoy tranquilo por haber aprobado todo sin mayor problema. Pero la vida sigue y ser politólogo no te resuelve nada. Lo digo por toda esa gente que se ha quedado en el camino pero que tiene toda la vida por delante y muchas cosas a las que dedicarse y aprender. Sin embargo, no es poca mi satisfacción, todo el trabajo ha dado su fruto y por eso me siento feliz aunque ahora toca luchar mucho, pero con un espaldarazo importante que siempre da fuerza aunque el motivo de la lucha nada tenga que ver.
Hablando de evolución, 5 años dan para mucho. Yo creo, además, que transitar (ufff, que palabro para empezar) de los 18 a los 23 estudiando lo que te gusta, con personas con las que estás a gusto y viviendo experiencias nuevas de manera continua te hace madurar. En una etapa en la que estás sometido a la necesidad de crecer que quizá no impera tanto de los 38 o a los 43. No sé si reforma o ruptura, pero cambios ha habido, eso es innegable; lo que todavía no me atrevo a confirmar es si esos cambios tienen más que ver con lo personal, la madurez y la capacidad analítica que con la cantidad de conocimiento acumulado, que también ha sido mucho. Lo que pasa es que hace una semana, repasando con Marta mi expediente académico y mis notas, me di cuenta de que más del 50% de las asignaturas que había aprobado no me habían aportado mucho y del otro 50% había algunas que me decepcionaron. Para ser claro, solo en algunas asignaturas reconozco haber aprendido mucho: Historia, Sistema Político Español de 1º; Teorías y Formas Políticas de 2º; Sociología Política, Historia de los Movimientos Sociales, y el Nacionalismo Español en 3º; Sistemas Económicos de 4º junto con Constitucional; y este año…buff, este año sin duda Teoría Política Contemporánea. 70 créditos de 300, lo equivalente a 1 curso y una asignatura anual. No digo que lo demás no haya estado bien, en muchas de ellas he aprendido, pero me llevo un grato recuerdo de esas asignaturas.
He aprendido otras cosas interesantes:
- Que los valencianos se ríen en las fallas de Camps pero luego le siguen votando. Quizá sea por que la crítica de quemar las figuras da la sensación de ahuyentar el problema. Antropología del Arte.
- Que es muy importante cepillar la historia a contrapelo. Con Monedero en Teoría del Estado.
- He visto a algún profesor adoptar posturas de seductor, lo cual puede que valga en un futuro para que me presten a mi atención. Hablo de Verstrynge, por supuesto.
- Que los científicos sociales tienden a complicarse la vida inventándose términos de lo más liosos como “organizacional” y otros tantos que espero rememoréis en los comentarios de este post, pero que en este momento no recuerdo.
- Que existe un virus o alguna parte del cerebro de algunos humanos que no les permite comprender lo que significa “No fumar” en la facultad. Claro, los carteles dicen “No fumar en la facultad” y ellos leen “asgasgwrgrthsdg en la facultad”. Y claro, ellos piensan…”Coño, si ya sé que estoy en la facultad…este Decano parece de Logroño…” (xDDD Calahorra Capital). Para quien se lo pregunte, yo fumo fuera de la facultad siempre, y la única vez que se me ocurrió fumar dentro me echaron bronca las trabajadoras de la limpieza y pasé demasiada vergüenza.
- Que para cambiar asignaturas a veces tienes que visitar la secretaría sopesando factores: que el día esté soleado o nublado; el ciclo menstrual o el humor mañanero de la secretaria; su grado de magnanimidad... Y sobre todo, nunca te fíes de la sonrisa de una de las secretarias porque no está expresando que te vayan a hacer el favor de cambiarte de asignatura.
- Que en esta vida no hay que ser agorero, fijarse tanto en el porcentaje de aprobados de un profe antes de matricularse…se aprende más con quien te exige…y total…hay quien suspende igual.
- Que cuando pasa un curso sin ver una lechera de la Policía Nacional coincidiendo con la fiesta de la facultad acabas por echarles de menos y te gustaría que se liara por el morbillo del asunto, o al menos invitarles a tomar algo para que sientan ese día como suyo.
Frases y situaciones célebres:
1. “Buenos días a todos, están en clase de derecho constitucional español. Deben saber que aquí no se les va a regalar la nota y que su Profesor de Derecho Administrativo es un inepto. [silencio]….
Andaaaaaaaaa, una ardillaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, mirad, en ese árbol. ¡Qué Bonita!”
2. “Hoy voy a hablaros de la e-Administración”. Profesor que también imitó a una cobaya o conejo en clase.
3. Cuando brindábamos con Ruiz de Azua por la Constitución y el Día de Europa mientras pronunciaba aquella frase tan sabia “no sean ustedes periodistas”… y preguntaba “joven riojano, ¿cómo está el vino?”.
4. O cuando nos dio una clase sobre “nudos de corbata” con demostración incluída.
5. O cuando me hizo explicar por qué un jamón de pata negra podía simbolizar la carrera de políticas en la complu porque duraba 5 años.
6. Aquella chica que preguntó aquello de cómo habían pasado un cable por todo el océano atlántico en clase de Derecho Internacional Público.
7. …..
Cualquier cosa que queráis añadir bienvenido será. No cabe la menor duda que en estos 5 años han pasado muchas cosas y que acordarse de todo es complicado.
Porque han sido 5 años para aprender sobre la vida y la muerte. Pareja, nuevos amigos, la boda de Enrique, la todavía no boda de Eduardo, alguna ruptura dolorosa, conflictos, pérdida de 1 de mis magníficos abuelos, algún que otro susto de salud, la entrada en política, y muy importante: mi primer sobrino, otra en camino y dos sobrinas 2ª….y es que la madurez de la que hablaba al principio no se aprende de las situaciones fáciles o de un pequeño conflicto sino de aquellas situaciones en las que de verdad te hacen sentir vulnerable, como me hizo entender mi buen amigo Jesús hace poco más de un mes. Es entonces cuando, al superar o ver la solución (la luz) del problema desechas lo que sobra y te quedas con lo elemental, con lo que de verdad importa y te concentras en tus objetivos y deberes. Sin ansiedades, sin excesos y tomándote la vida de otra manera. Fue mi padre quien, muy pronto, me hizo darme cuenta de esto con aquellas conversaciones telefónicas elementales cada cierto tiempo que se podían resumir de la siguiente manera:
- Hijo, ¿como estás?
- Bien, Papá.
- ¿Cumples con tu deber?
- Si.
- ¿Te deslumbras las luces de Madrid?
- No…
- Vale hijo, pues sé feliz.
- Gracias Padre, un beso.
Y es que, educarse, como dice mi madre, es algo más que instruirse, porque implica todo lo que como persona puedes ofrecer, demostrando tus verdaderos valores. Eso es lo que nos permite pensar que estaremos toda la vida aprendiendo…porque las situaciones comprometidas y difíciles, esas que nos hacen sentir vulnerables, nos enfrentan a nosotros mismos y a nuestra capacidad de aprender algo de la adversidad, o de sacar algo positivo a cada situación de la vida. En estos años creo que he aprovechado el tiempo tomándome la vida de esta manera y creo que esa es la herencia con más valor, algo que sin duda se lo debo a mi familia.
Porque aprendes de todos y cada uno de ellos. Dicen que ser politólogo te prepara para comprender de manera genérica pero muy ácida la realidad, toda la realidad. Eres de esas personas que sabe un poco de todo y apenas nada de algunas cosas en concreto, pero al que le han obligado a observar tanto que es capaz de discernir con relativa facilidad el camino que deben llevar las cosas. Aprendes hasta de los silencios.
Y es que ahora comienza otra continua evolución: la de la experiencia. Porque la Universidad solo es parte de una etapa de toda una vida. Si contamos que son las situaciones vulnerables las que nos hacen aprender y no solo acumular conocimiento teórico estaremos más abiertos a observar lo que pasa a nuestro alrededor cuando se nos plantean problemas económicos, de salud, familiares, o problemas con amistades y amores. No se si estáis conmigo y con este espíritu positivo, quizá en los tiempos que corren no se lleva mucho eso de ser optimista, pensar que si uno quiere puede y que la voluntad mueve montañas, aunque no siempre huelan bien. Lo importante no es conseguir lo que te propones: probablemente mis padres no nacieron sabiendo que acabarían en Benicarló, ni mucho menos mis hermanos pensaron que se casarían y tendrían un Gonzalo magnífico, ni mi hermano mediano que sin poseer un título superior iba a poder seguir desarrollándose, aprendiendo de su oficio y acabar siendo jefe de obra. El tiempo te pone en situaciones complicadas y nunca dejas de tener que buscarte la vida y de aprender a cómo salir de las adversidades. Positivo y optimista ante las dificultades, ese es el camino que con fuerza debemos transitar a partir de ahora.
No quiero poner a nadie por encima de otros, cada persona que he tenido cerca durante estos años ha sido importante en algún sentido, incluso para darme cuenta de cómo no quiero hacer las cosas, o como no quiero ser nunca. Aunque tiendo a acordarme siempre de lo positivo: Mis compañeras de piso y algunas que otras personas de facultad (Pedro, Marta, Iván, , Bea, Joseda, Alex – mi gran descubrimiento de 2009/10- Luis, Iara o Alberto y otros muchos) que se han convertido en amigos. Mis amigos de Villanueva (Borja, Alex, Beni, Lorena o Mónica…) gracias.
Quiero recordar a mi familia, y a mis buenos amigos, a mi mejor amigo… que me han escuchado siempre y me han dicho las cosas que no quería escuchar. Me ha dado más fuerza que nadie y no es casualidad que sacara peores notas cuando no estuvo tan cerca o que no tuviera la misma alegría y lucidez para vivir.
Y todos los que leáis esto, que me habéis acompañado durante más de un año de carrera, que es el tiempo que tiene el blog. A Cabaña, a Chema, IBE, a Raúl, a Elisa, a Fernando, a Pedro, seguramente a David aunque no comente, y a todos los que habéis comentado y os habéis molestado en leerme cuando escribo, sed conscientes de lo importante que son vuestras opiniones y el debate SERENO, EDUCADO Y CERTERO que me gusta tener con vosotros, por más que seáis sociatas o no, jóvenes, viejecitos o solamente maduritos….todo eso no importa, lo que importa es crear un blog donde haya más soluciones que problemas y donde me ayudéis a tomarme la vida de esta manera para que sea un sitio donde todos podamos aprender un poquito.
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