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¿Diferencias?

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Dicen que las diferencias políticas entre PP y PSOE se han estrechado tanto que es difícil atisbar cualquier tipo de actuación que se desmarque de lo que eventualmente podría hacer tanto uno como el contrario. Yo no estoy de acuerdo claro. Diferencias hay muchas, desde diferencia orgánicas, desde diferencias en el concepto de militancia, desde la manera de gestionar una victoria, una derrota, de ejercer el poder o la legítima oposición. Diferencias hay tantas que las pocas instituciones donde todavía podemos observar las evidencian hasta en aquellas materias donde más se acusa a los socialistas de haberse derechizado: la política económica y los recortes sociales.

Dicho sea que no seré yo quien niegue la mayor y quien no acepte por parte de nadie una sola crítica a mi ahora saliente gobierno. Dicen que el necio nunca cambia de opinión y yo estoy dispuesto a hacerlo si me corrigen lo suficiente. Pero ahí va el hecho: La Junta de Andalucía ha convocado plazas para 2.389 profesores de secundaria mientras que gobiernos de derecha no solo no las han convocado sino que no han dudado en mandarlos a la calle, aumentar sus horas lectivas, reducirles el sueldo…todo ello con las consecuencias que dichas medidas tienen para los alumnos y la calidad de la enseñanza: descenso de los recursos del profesorado, aumento de la ratio profesor/alumnos, pérdida de atención individualizada y a la diversidad, factores todos ellos que han sido claves para reducir las tasas de abandono y fracaso escolar en los últimos años.

No entro en la gestión económica de la Junta de Andalucía porque no la conozco lo suficiente como para pretender defenderla con vehemencia de militante anticrítico (de un hooligan). Lo único que puedo asegurar es que la diferencia entre este y otros gobiernos autonómicos está en que unos lo tocan todo menos la sanidad y la educación, mientras que otros empiezan y terminan sus recortes con la sanidad y la educación, con la firme estrategia de empeorar su funcionamiento para justificar su desmantelamiento.

UTOYA: "No somos tan distintos"

lunes, 25 de julio de 2011

Lo del viernes pasado en Noruega todavía me tiene atormentado. Tengo ese preocupante deseo de volver a levantarme el viernes 22 de julio, ducharme, desayunar, bajar a trabajar y que ese día transcurra con absoluta normalidad. Y es verdad que todos los días mueren personas, a veces asesinadas, o enferman, o tienen accidentes... Pero no todos los días atacan a gente inocente de la forma que lo hicieron el pasado viernes en Oslo y en la isla noruega de Utoya.

No quiero dramatizar, pero cuando pienso en cómo han muerto esos chicos y chicas de las juventudes laboristas noruegas me acojono. ¿Qué daño hacían esas personas? ¿qué heridas produce pensar en un entorno distinto? En los últimos dos años he tenido la oportunidad de militar en las Juventudes Socialistas de España y he asistido a encuentros de compañeros con personalidades políticas y a más de un debate, y me desconsuela pensar que no importaría mucho lo que estuvieran hablando y discutiendo ese día los jóvenes laboristas, o si tenía cierto interés, porque ese mismo día un joven había trazado un plan para acabar con cuantos más de ellos mejor. Es probable que la situación recreada en mi mente estos días que más dolor me produzca es pensar que esa gente y yo no somos para nada tan distintos. Prueba de ello es el Festival Internacional de la internacional de jóvenes socialistas que se celebra esta semana en Austria, donde una delegación española acude a debatir a un campamento con personas de todos los países del mundo.

Y es que siendo verdad que, como es natural, podemos empatizar más o menos con quienes nos sentimos más identificados, no deja de ser cierto que en realidad el pensamiento de que no somos tan distintos tiene un significado tanto hacia los jóvenes socialistas noruegos como hacia el resto de personas con las que convives, incluyendo los asesinos. Solo las personas descorazonadas, desalmadas o atravesadas por el odio matan a sabiendas (y quien dice matar dice pegar, herir, insultar…). Mis ideas no tienen precio, ni siquiera la vida de mis enemigos, porque hay cosas que me hacen más feliz que discutir sobre ellas.

El que no sepa a qué tipo de cosas me refiero que se vaya preocupando.

La Europa que no confía en si misma no prosperará

martes, 19 de julio de 2011

Los Estados Nacionales supusieron la creación de un ente monopolizador de la coacción que en la edad moderna estaba dispersa entre múltiples grupos de poder. Europa fue la pionera en la creación de los primeros grandes Estados modernos que unificaron el poder en manos de los monarcas absolutos primero y de los Estados liberales después. Desde esos Estados se extendieron leyes, libertades, desigualdades, opresión, problemas y soluciones. En cualquier caso se puede construir un relato más o menos nítido de la evolución del Estado desde sus inicios hasta la actualidad en la que se pueden percibir sus cambios de forma, especialmente desde las revoluciones liberales y con la gran transformación después de la segunda guerra mundial, cuando se alumbró lo que hoy conocemos como Estado de Bienestar.

Pero en los años 70, la historia de la organización política y del Estado comenzó a involucionar en algún caso. Si desde el siglo XIX los Estados habían ido acaparando poder con el fin de acabar con desigualdades y opresiones históricas, bajo un exagerado discurso neoliberal, el Estado comenzó a abandonar algunas de las tareas que con legitimidad se había impuesto. Y es que el Estado liberal es así, con la misma legitimidad que se pone funciones se las quita, siempre que haya leyes que se lo permitan.

El problema vino cuando la Ley, que entonces emanaban del pueblo/nación (no es lo mismo, pero no es el momento) comenzaron a estar supeditada a necesidades que no eran los de la población sino de aquellos que tenían dinero y que habían construido un espacio de perversa libertad especulativa: los mercados internacionales de capital. Cambiaron las élites. Aprovechando la crisis de los 70, dirigentes conservadores se hicieron con el poder en algunos países y comenzaron a desmantelar el Estado de Bienestar: Margaret Thatcher o Ronald Reagan son ejemplos bastante conocidos por todos.

En Europa llevábamos un camino distinto. Es verdad que los Estados de Bienestar se recortaron tras la crisis de los 70 y 90, pero la prosperidad de los últimos 15 años les había permitido en gran medida fortalecerse y recuperarse. Europa suponía un ejemplo de modelo social y político en el que las democracias funcionaban, eran efectivas, gozaban de legitimidad. Y con esa fuerza pudieron los Estados europeos construir, crisis tras crisis, una organización supranacional destinada a coordinar políticas públicas, abrir espacios de libertad, extender derechos de ciudadanía y unificar culturas enfrentadas desde hace décadas. La UE.

¿Y qué nos pasa ahora? Crisis tras crisis habíamos tenido la capacidad de ponernos de acuerdo para superar nuestros problemas en conjunto, e incluso lo logramos porque habíamos interiorizado que los problemas que nos acosan a los europeos eran problemas comunes que se solucionaban tomando conciencia de las responsabilidades compartidas que tenemos. Porque, objetivamente, nos ha ido mejor así que siendo el gran escenario de enfrentamientos que han derramado sangre por doquier. Y porque fruto de esos enfrentamientos parecíamos haber aprendido la lección de la historia que nos dio la receta para cuidar la democracia de los extremistas.

Tras la crisis, se ha extendido como la espuma la conciencia mediante la que culpamos a los responsables nacionales de lo ocurrido sin la suficiente amplitud de miras para exigirles que tomen en Europa las decisiones que pueden salvarnos del hoyo a un conjunto muy grande de ciudadanos y a generaciones jóvenes como la mía.

¿A estas alturas de la globalización sabemos que hemos liberalizado la economía hasta tal punto pero no sabemos que un Estado solo – solo de “soledad”- no puede con todo? Pues parece que no. Parece que si hay un problema con los inmigrantes que vienen de las revoluciones árabes cerramos fronteras por primera vez en la historia de la UE y cambiamos el Tratado de Schengen. Sabemos que si Grecia tiene un problema, Alemania se niega a poner en marcha medidas que doten de autonomía a la autoridad económica europea para protegernos del acoso del mercado.

Pues eso señores. Que ZP es muy malo, Rajoy es peor y todo esto. Que la clase política necesita un revulsivo y retomar un espíritu de lucidez y visión estratégica de Estado. Que si. Pero que, como dijo uno que todos conocemos, tenemos que pensar en construir un poder superior al del Estado para que el poder político pueda reconducir la dispersión del poder derivada de la desregulación económica. Y eso solo se hace creyendo en la política y demostrando su capacidad en Europa.

Ganar el futuro, con educación

miércoles, 13 de julio de 2011

En primer lugar, he de pedir disculpas por haber mantenido este blog sin funcionar durante dos meses. Yo creo que muchos quedamos ciertamente decepcionados por el resultado electoral y hemos permanecido algo dormidos en nuestros espacios personales porque no sabíamos muy bien dónde encontrar la inspiración. En los momentos difíciles es siempre recomendable rebuscar en el interior de uno mismo para ver si podemos volver a encontrar aquello que nos motiva. Yo siempre, desde que tengo recuerdo de conciencia política, me he considerado socialista pero nunca había tenido que enfrentarme a la desafección que supone participar directamente en unas elecciones y perderlas por más margen del predecible, del esperado o del directamente soportable.

De todos modos no penséis que he estado en casa deprimido, que va. Durante la campaña electoral tuve que compaginarla con mi primera inmersión en un aula de secundaria: una gran experiencia que me ha aportado dos conclusiones. 1. Que no es necesaria una reforma legal de ningún tipo puesto que con la normativa actual se pueden ofrecer más que de sobra las alternativas que necesita la educación pública. 2. Dichas alternativas pasan por una mayor formación y preparación del profesorado, por una parte; y por un aumento de los recursos materiales y humanos para atender a la diversidad existente en sociedades postmodernas como las nuestras. Todo ello fue plasmado en un Trabajo Final de Máster que comencé también una vez celebrados los comicios y que me ha llevado semanas, sudor y lágrimas.

El mundo de la educación es tan apasionante que da para grandes reflexiones. De hecho, el otro día tuve la oportunidad de asistir al acto de proclamación de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato a la Presidencia del Gobierno, y dijo cosas muy interesantes, reflexiones que se resumen en una extraída directamente de su discurso:

“Me vais a permitir que hable un poco de educación, que es lo mío.

La educación es mucho más, lo sabéis todos, que una política

horizontal. Es mucho más. Educación es casi todo; es política

económica, porque sólo creceremos si educamos; es política social,

porque la igualdad sigue dependiendo de la educación; es una

política laboral, porque sin educación difícilmente encuentras

trabajo; es hasta política exterior, porque es verdad que hoy los

intercambios educativos son los que hacen y fortalecen la relación

entre los países; es política cultural… es política a secas. Un sistema

educativo es lo que vertebra un país, lo que da fuerza a un país. La

educación es nuestro gran instrumento”.

La oportunidad. Reflexiones tras el 22-M

martes, 24 de mayo de 2011


Siempre me ha gustado pensar que todas las crisis sirven para algo y que de todas las derrotas se aprende. El PSOE tiene ahora una magnífica oportunidad para regenerarse, repensarse a si mismo y resucitar su fuerza y su enorme capacidad de transformar España, La Rioja o Calahorra. Porque el partido socialista no es el partido de nadie: es el instrumento que tenemos los militantes para que, en nuestro ámbito, la vida de nuestros vecinos y conciudadanos sea mejor. Hay que hacer autocrítica porque es la única forma de resucitar y conectar con la gente y porque es el ejercicio más noble de quien hace política como actividad al servicio de los demás. Ya sabemos que hay quienes aprovechan los instrumentos de la política para otras actividades. Pero la política no es eso, la política es servicio, argumentación, solución de problemas, administración de lo común: y todo por tus iguales. Nada más, pero nada menos.

Pero es difícil cambiar las cosas. Nadie dijo que en esta vida íbamos a tener las cosas fáciles. Ni para la política ni para cualquier otro ámbito. Ganar al PP en Calahorra era casi imposible, si. Romper la mayoría era muy difícil, también. Pero todos los socialistas creímos que era posible porque hicimos una campaña ilusionante, llena de proyectos, de ilusión y de ambiciones colectivas. Ha caído sobre nosotros una losa pesadísima: las ganas que tenían los ciudadanos de castigar al PSOE por su gestión de la crisis, los recortes hacia los más débiles y el pliegue a los mercados. Discutible es qué tendría más coste dentro del equilibrio de poder económico y político: ¿recortar o no recortar? El caso es que la losa ha sido imposible de esquivar y que no podemos mirar solo a la crisis como explicación. Tenemos que mirar también hacia nosotros.

Pero también adivino algunas cosas que podríamos incidir y mejorar más. Tenemos que reforzar y hacer crecer al partido. Hay vida más allá del grupo municipal. Y muchas personas. Personas que en la campaña nos han demostrado que cuentan con nosotros, que confían en nosotros y que nos miran como referente. Tenemos que dejarles que entren y salgan de la sede cuando quieran, tenemos que dejar que aporten sus ideas, su opinión y su experiencia y tenemos que advertirles de que todo lo que hagan no es para alcanzar un puesto. Lo he dicho muchas veces: cuando un partido se convierte en un espacio donde adquirir una parcela de poder pierde su sentido como instrumento al servicio de los demás. Afortunadamente en Calahorra tenemos la base hecha. En estos últimos cuatro años hay quienes se han dedicado a fortalecer el partido desde la juventud, quienes han trabajado con humildad y sacando tiempo de donde no lo tienen para tratar de mejorar las cosas en su ciudad. Y estos últimos meses hemos hecho grupo y piña: hemos conseguido que un grupo de unas 21 personas se unan más que nunca por un objetivo, y creo que esa es la base desde la que seguir trabajando de cara al 2015.

Muchos ciudadanos han salido a la calle para decirnos que la democracia es algo más que votar cada cuatro años. Que la buena política hay que cultivarla para que se convierta en verdadera democracia. Por eso se trata de que el PSOE, al menos en mi ámbito, sea la casa donde todos tengamos algo que decir, donde todos nos sintamos representados y donde nuestra actividad tenga como ÚNICO fin el servicio a los demás.

Para ello, y siguiendo con el consejo que me da mi hermano, que estos días me persigue por la red para darme su opinión y apoyo, yo tengo la firme convicción de hacer autocrítica, desterrar el mal rollo y buscar los valores, las ideas y los instrumentos necesarios para conseguir los objetivos que me he propuesto en el medio y largo plazo. Uno de ellos es, como he dicho, seguir haciendo cosas por mi ciudad y por mis iguales.

alea jacta est

viernes, 20 de mayo de 2011

La suerte está echada señor@s. El domingo 22 de mayo decidimos si queremos tener un ayuntamiento gobernado por conservadores o progresistas. Yo, como podreis imaginar lo tengo claro: voy a votar a David García y a Kiko Martínez Aldama. Ambos son ejemplo de teson, honradez, trabajo y capacidad de superación. Ambos han conformado listas con personas preparadas y capaces de transformar los entornos en los que se mueven. Ambos tienen capacidad de sobra para liderar el partido en sus ámbitos y las instituciones a las que aspiran. Ambos tienen ideas para que nuestras vidas cambien a mejor.

Para mi es un orgullo formar parte del equipo que va a cambiar Calahorra. Ha sido una campaña ilusionante e intensa, llena de propuestas por parte de los partidos, de algunos más que otros, pero salvo por algunas acusaciones falsas, bastante limpia y tranquila. Sea cual sea el resultado del 22-M, está claro que estamos a tiempo de hacer las cosas mejor.

Lo único que quiero recalcar de esta campaña ha sido el buen trabajo y la ilusión de los compañeros socialistas. Hemos hecho, probablemente, el mejor trabajo de los últimos años y esperemos que se vea recompensado. Aunque claro, eso solo ocurre si vas a votar el 22 de mayo. Yo siempre he pensado que es mejor que quedarse en casa.


Un alcalde para todos los calagurritanos

martes, 17 de mayo de 2011

Hay tantas maneras de ser como formas de ostentar un cargo público. No tienen una relación directamente proporcional porque siempre puede haber variantes pero se entiende que una persona afable tiende a ser cercana mientras que una persona fría tiende a ser distante. Pero la frialdad y la afabilidad son dos cualidades naturales del caracter: o lo eres, o no lo eres. No se puede disimular o tapar con fachada porque cuando tienes la más minima duda sobre cómo reaccionar ante algo inesperado sale a relucir el lado que pretendes ocultar. Yo no niego que el candidato del Partido Popular, Javier Pagola, se una buena persona. Es más, no me ha demostrado lo contrario por lo que no tengo que pensar otra cosa, ni siquiera puedo, creedme. Las veces que he hablado con él, siempre antes de ser miembro de JSE, ha sido un hombre más frío de lo que me comentaban, más frío de lo que su imagen a primera vista me hacía pensar, pero educado. De la misma forma que pienso así de Javier Pagola, no tengo nada que objetar hacia su lista. Salvo contadas personas, conozco a pocos de los que la integran. Conozco de conocer en persona me refiero. Es más, tengo especial amistad con una candidata y la tengo con dos de los actuales concejales. Por ello tampoco puedo decir que alguien de la actual lista sea mala persona. Seguro que son buena gente.

Pero esta vez Javier Pagola se equivoca cuando dice, recientemente en una entrevista, que "somos un equipo de buena gente al servicio de la buena gente de Calahorra". Me preocupa que alguien que lleva en el poder 16 años no sepa que en democracia hay que gobernar para todos los calagurritanos pues, quien ostenta la alcaldía, representa a todos los calagurritanos, al igual que quien es senador, representa a todos los españoles, mientras la constitución no diga lo contrario. Pero me preocupa esa distinción de buena gente contra mala gente. ¿Quién es Javier Pagola para discernir quíen es buena y mala gente? ¿Sabe el alcalde quien es la mala gente? o ¿acaso los candidatos de otras formaciones somos mala gente? ¿o acaso los votantes de otros partidos son mala gente? Cierto es que Pagola no nos acusa a los demás de ser mala gente, pero el mero hecho de hacer semejante distinción en una entrevista deja entrever la consideración que puede tener de candidatos de otras formaciones e incluso de los votantes de otras formaciones.

Qué malos son los otros (o sea, nosotros), pero nada dice David García sobre la personalidad del otro candidato.

Calahorra es distinta...¡Potenciémoslo!

lunes, 9 de mayo de 2011

El próximo 22 de mayo elegimos alcalde y presidente de nuestra comunidad autónoma. A ellos son a los que vamos a tener que pedir cuentas durante los próximos cuatro años por lo que conviene leer y explicar lo que cada uno propone para que nadie se lleve a engaño. Durante todo este fin de semana hemos estado de campaña y hemos iniciado ya algunas acciones de explicación del programa de gobierno del PSOE de Calahorra. Yo ahora quiero analizar o más bien explicar a qué estrategia tiene que responder la gestión municipal los próximos años, pues esa estrategia está inmersa en el programa electoral del PSOE para los próximos cuatro años. No obstante esta es una percepción personal.
Calahorra es una ciudad distinta, con un encanto y unas posibilidades especiales, una población accesible y una ubicación privilegiada. Pero a lo largo de estos últimos años es evidente que hemos perdido “caché” y ya no tiene la atracción que poseía hace 20 años. Es probable que, como algunos estudios han dicho y como han comentado actores políticos diversos, durante algunos años nos hemos instalado en cierta idea conformista, egocéntrica y autocomplaciente acerca de nuestra ciudad. Pero ello no es del todo cierto: hay miles de calagurritanos descontentos con lo que su ciudad es y a lo que aspira con su actual dirigente y que opina que “lo que nos hace diferentes en realidad nos hace fuertes”. Si miramos con lupa, Calahorra es una de esas ciudades de las que podríamos sacar petróleo por su riqueza histórica, agrícola, turística, comercial e incluso industrial.
Sin embargo, el actual alcalde y el partido que lo sustenta se han dedicado a malograrla y herirla desaprovechando su potencial mientras otros pueblos y ciudades vecinas nos igualan o nos sobrepasan por derecha o izquierda. Por ello creo que lo más importante es recordar a los calagurritanos que se acuerden de lo que nos distingue: Historia, Educación, Cultura, Comercio, Agricultura, Industria.
Durante unos años muchos de estos ámbitos han quedado olvidados por el actual alcalde y su equipo. A mi modo de ver, el PSOE de Calahorra viene a satisfacer en su programa la demanda de “distinción” y diferenciación que corresponde a Calahorra y que precisamente le otorga ese atractivo particular. Las propuestas de Centro Integrado de FP, de Boulevard, de Viveros de Oficinas o de Recuperación de Nuestro casco, así como el mantenimiento de las actividades que favorecen la estrategia anteriormente descrita, y la aplicación de parámetros de buena gestión (reducción del gasto corriente, reducción de deuda, austeridad) son aquellos objetivos que nos marcamos para los próximos cuatro años.
Estamos seguros de que sabréis valorar el trabajo que esto supone. Nosotros queremos demostrarte que somos capaces de lograrlo con la colaboración de todos.