Ayer, en una entrevista en la Cadena SER, Alfredo Pérez Rubalcaba
lanzaba una propuesta para desencallar el debate catalán sobre el pacto fiscal y la independencia de
Cataluña: el federalismo.
Pero lo cierto es que quienes conozcan únicamente el federalismo
así llamado –sin pelos en la lengua-
por su impacto en la historia de nuestro país pueden acabar alarmadas.
No preocuparse. No se trata de crear el cantón de Cartagena y declarar la
guerra a Murcia. Ahora bien, aunque el Federalismo no es igual en Suiza,
Estados Unidos o Alemania, se pueden establecer algunas características comunes
a todos esos modelos.
Un Estado Federal se caracteriza por la existencia de los tres
poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) tanto en la Federación como en los
estados miembro, y su protección constitucional. Se trata de una forma de división territorial del poder que
tiende a un equilibro competencial
especialmente en aquellos países de grandes dimensiones o que tienen en su seno
identidades diversas. Es decir, es la unión de territorios que tienen
características comunes y algunas peculiaridades: el tamaño, diferencias
socioculturales, diferencias socioeconómicas y la cultura política.
Nuestro país es más ejemplo de lo segundo que de lo primero, si
bien es cierto que países geográficamente más pequeños (Suiza, Austria,
Alemania…) suponen un potente ejemplo de las ventajas del federalismo.
¿Cuáles son sus características más importantes?
Por regla
general se establece en sistemas políticos democráticos, el federalismo
requiere la existencia de una Constitución
que establezca los derechos, libertades y deberes de los ciudadanos de toda la Federación y las identidades de los Estados miembro (en los Estados con existencia de identidades nacionales diversas).
- Es una forma
de descentralización del poder. La
Constitución establece las competencias de cada nivel político-territorial. La
Federación mantiene las competencias exclusivas sobre la política exterior, de
seguridad y defensa, los principios generales de la política económica, fiscal
y monetaria, la administración superior de justicia…
Es muy similar al actual sistema de
Comunidades Autónomas. 1) Puede ser asimétrico,
en el que no todos los Estados tienen las mismas competencias (España actual) 2)
o simétrico en el que todos los
Estados tienen las mismas competencias (Alemania actual).
1) Puede ser un sistema competencial dual cuyo ejemplo es Estados Unidos en
el que cada Estado mantiene competencias sobre determinados campos políticos y
establece con el Estado Central una relación de estricta separación de poderes.
2) O puede ser un sistema competencial cooperativo
donde, aun existiendo una división funcional de tareas entre Federación y
Estados con la evolución del modelo la Federación ha ido estableciendo
principios de coherencia y unidad administrativa entre las competencias de los
Estados a cambio de voz y voto a los Estados en la toma de decisiones común de
la federación. Este es el modelo de Alemania o Austria.
- Existencia de
un Tribunal Constitucional fuerte,
que tiene entre sus funciones defender la correcta distribución de competencias
entre el Estado Federal y las federaciones y arbitrar los conflictos que puedan
surgir a este respecto.
Por tanto, que a nadie le extrañe la salida federalista de ayer de
Rubalcaba, en el programa electoral del PSOE para las elecciones de 2011 se decía
lo siguiente:
“La cultura
federal es el sistema de gobernanza multinivel que mejor responde a los
desafíos en las sociedades complejas y democracias avanzadas, España no es
una excepción. Pero no es sólo una técnica de descentralización, se trata
de una filosofía política basada en el pacto y que supone un ejercicio de
radicalidad democrática. Un pacto de convivencia que permite combinar
autonomía política de las partes y el trabajo por un proyecto de unión donde
todos ganan. […]Esto implica la potenciación de la Conferencia de Presidentes,
las Conferencias Sectoriales y todos los marcos y mecanismos de colaboración
institucional multilateral…”